Trabajo desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche de miércoles a domingo, me acuerdo que un día de febrero, hacía mucho frío, el transporte público solo trabajaba hasta las ocho ese día, a menos de que tuvieras automóvil o dinero para pagar un taxi la tenias serio, decidí tomar el metro que trabajaba hasta las nueve y media de la noche, salí la estación quedaba a cinco minutos de donde trabajo.
Comenzó a llover, llegue rápido a la estación, solo había dos personas trabajando, no le di importancia y me puse a esperar el metro, me acuerdo que había solo 2 hombres uno vestido de payaso que parecía que venia de una fiesta infantil y otro vestido de policía, también había una señora mayor como de unos 60 años, tampoco le di importancia y seguí esperando, el tren tardaba mas de lo normal, pasaron los minutos, ya me estaba hartando al punto de que quería irme de inmediato, no me importaba haber desperdiciado unas miseras monedas ahí, ahora me arrepiento de no haberlo hecho.
El metro había llegado después de una larga espera, aunque no me iba a dejar tan cerca de mi casa lo tome igual porque no quería seguir esperando, no logre ver al conductor, de todas maneras no era primordial en mi misión de ir a la casa rápidamente antes de que anocheciera mas, era una ciudad de calles peligrosas, en fin, tome el metro y me metí rápidamente junto con los demás pasajeros, el vagón donde nos montamos todos tenia una falla electrica ocasionando que no pudiera llegar la luz, el tren empezó su marcha, nos alejábamos cada vez mas y mas de la estación, pasaba demasiado tiempo que me quede dormido, al despertar no habíamos llegado, cosa que me pareció extraña, esta vez la señora mayor se había bajado y solo quedaba el policía y el payaso, me dormí otra vez, pero esta vez fue solo por relajación, unos 3 minutos diría yo.
Habían pasado ya 30 minutos y no habíamos llegado a nuestro destino, cuando de repente se escucho una macabra y tétrica risa, provenía del puesto del chófer, una densa niebla empezó a entrar por las ventanas que se suponía que estaban cerradas, en eso sonó como una especie de chirrido muy horrible y espantoso, mis oidos reventaban, el señor vestido de policía se había ido y a el payaso se le deformo la cara, la luz se iba cada vez mas, no se lograba ver nada, cuando voltee a mis espaldas, donde estaba la ventana aparecía un mensaje escrito con lo que parecía sangre que decía : "Nadie podrá ayudarte" ... Después de eso desperté en una ambulancia, el doctor me dijo que me encontraron en las vías del metro tirado, con una mascara de payaso, les intente explicar lo sucedido pero me dijeron que ese día no fui a trabajar.
Todas las noches puedo escuchar esa horrible risa, no me dejan en paz, los mensajes aparecen escritos con sangre en las paredes...Cuando salga de este manicomio...intentare buscar una explicación
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